abril 25, 2015

Mi palabra favorita suele ser Dinero

Yo sólo quiero canalizar esta lava que siento dentro. Me estoy vendiendo la idea de que eres un hijoputa sin corazón. Y aún no puedo pagarla. Tú no pusiste dinero dentro de mi bolsillo, yo quise creerlo para tener el valor de caminar hacia el subterráneo porque estaba ebria y perdida en medio de la noche. Sé que te importo tres cojones, sé que no me tomas en serio y sé también que probablemente terminaré en tu cama una vez más. Pero ahora que lo admito, estaré preparada porque ya lo he hecho antes y sin duda lo podría hacer una vez mas. Lo nuestro se ha disuelto después de tantos años. Estoy condenadana repetir la historia. Tal vez ese sí es el precio de un emporio.

Gracias.

Gracias por haber sido ese hijoputa sin corazón con la moral de una almeja que me emborrachó y me abandonó en medio de la noche, por haberte devorado frente a mi nariz a esa tipa, por desearla, porque no parabas de mirarla frente a mí como me deseaste alguna vez hace ya mucho. No hay rencor, sé bien lo que yo costaba hace ya bastantes primaveras. Lo que hiciste es algo que no podré olvidar, eso seguirá retumbando en mi cabeza como una bala hecha de plomo. No volveré a caminar a tu casa con cervezas y chocolates para ti.

Al siguiente día desperté y pude ver con claridad quién me llevó a casa en la seguridad de su auto, quien me compró pastillas para aliviar mi cefalea suicida, quien puso todo ese dinero en mi bolsillo .. Había sido yo, siempre estuve completa. Siempre estuve ahí para pagar por mis gilipolleces y estaré ahí para hundirme mi propio puño en la cara y romperme la nariz si alguna vez vuelvo a creerte.