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Amor cuántico. Amor relativo.
Abres una botella de vida. Te embriagas, tienes una pelea con la señorita "deberías hacer" de apellido "deberías ser" y luego vomitas la verdad en forma de poemas amateur, pero ahí van todas tus vísceras y la última gota de lucidez. Es un Nirvana. Tan aterrador como licor adulterado, tan revelador como 6 tragos de absenta, tan efectivo como un libro de Huxley en una mente que esta dispuesta a divorciarse del señor antropocentrismo porque la golpeaba. Porque soy como una estrella. Sólo estás viendo el destello de lo que alguna vez fui. El futuro, el pasado y el presente están en ninguna parte.
Estamos en bancarrota niño, porque ahora mi corazón es viejo y mi cuenta de banco tiene tantos dígitos como el teléfono que hay que marcar cuando se trata de una llamada internacional.
Estamos en bancarrota niño, porque ahora mi corazón es viejo y mi cuenta de banco tiene tantos dígitos como el teléfono que hay que marcar cuando se trata de una llamada internacional. . .
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